Entradas

Iniciar el camino del desapego

Las emociones no son buenas ni malas, pueden ser agradables o desagradables, pero son neutras en sí. No obstante ello, sentir rabia, por ejemplo, y canalizarla adecuadamente requiere temple, madurez y quizá haberse trabajado mucho interiormente. Lo mismo con el miedo, la tristeza, la alegría, la sorpresa o la aversión, todas ellas emociones connaturales al ser humano. No le podemos exigir a nadie que no sienta alegría si la siente, pero otra cosa es convertir esa alegría, llenarla de sentido y que penetre en nuestra conducta de manera sana. Durante mucho tiempo el mundo occidental se alejó de las emociones y aprendió a negarlas como si fueran demostración de poca racionalidad. Hoy cada vez queremos aprender más de ellas. Sabemos que es sano llorar si uno siente que lo necesita y que tan problemático es no hacerlo como hacerlo en exceso. El miedo es preventivo, nos alerta de peligros y es una manera de protegernos, pero también es una seguridad. “No te presto el auto porque tengo miedo

Después de veinte años

Me encontré con un compañero del alma después de veinte años. De manera casi anecdótica apareció en facebook. Nos habíamos dejado de saber cuando él y yo emprendimos caminos dis-pares, cada uno el suyo, ya no juntos. Con todo respeto, habíamos puesto silencio de por medio y crecimos como personas, con proyectos y compañeros de viaje acordes a las opciones. Después de veinte años, aparecidos de nuevo, con alegría inmensa, transitamos por calles y pasajes conocidos de ambas vidas, re-cordamos mucho y nos contamos, en la primera cita. En la segunda, simbólicamente, llegamos al “bosque”, a la espesura de lo no conocido, del día después de hace veinte años, llegamos al miedo, dolor en las entrañas y soledad. Miedo, dolor en las entrañas y soledad no del presente que nos abrigaba feliz, sino de lo desconocido del otro, de lo que “nos perdimos”. Miedo, dolor en las entrañas y soledad de lo que veíamos en el silencio de un parpadeo, en la espesura de la vida que no habíamos compartido con nadi

Sentido de la vida Etty Hilessum

"Busco el sentido de la vida y me pregunto si no tiene sentido en absoluto. Pero este es un tema que cada uno tiene que arreglar consigo mismo y con Dios. Tal vez cada existencia tenga su propio sentido y se necesite una vida entera para encontrarlo", es una frase de Etty Hillesum. Etty Hillesum fue una joven judía holandesa que mantuvo un diario durante la segunda guerra mundial que testimonia su propio fin en el campo de concentración de Auschwitz.A veces, en el mundo en que vivimos, se nos “olvida” profundizar, vivir, de hecho, y muchas veces, solamente sobrevivimos. Si reflexionamos las veces que se nos pasa de largo la oportunidad de disfrutar las pequeñas cosas, de amar un poco más lo que tenemos, cuidar a los más cercanos, tener un tiempo para los amigos, y para el mejor amigo, el que no nos falla, Dios. Etty Hillesum, desde un campo de concentración nos da una pista clave, la vida de cada uno es la única e irrepetible oportunidad de vivirla, de amar y de construir el

Yo puedo (no es lo mismo que "te puedo")

Invictus es el título del poema de William Ernest Henley, escrito en 1875. El autor lo escribió en inglés, su lengua, y refleja bellamente la superación del alma, el “yo puedo” íntimo que empuja al SER cuando crece y se hace transparente. Es el mismo anhelo que traspasa el corazón del abuelo que se debate entre dos lobos, uno rabioso y ambicioso y el otro sabio y lleno de amor, ante la pregunta de sus nietos: ¿Quién ganará?, responde: aquel que yo alimente. Existe en la vida el camino de la supervivencia, dominado por del miedo, camino que opta por la protección y avanza adelantando estructuras de defensa, desarrolla poder y lo anhela. También existe la superación del alma, el camino de la verdad interior, del conocimiento y la conciencia. Invictus hace referencia al segundo. Invictus es también el título de la película que refiere al Nelson Mandela y su opción por la fraternidad, pero la unidad, pero la construcción de esperanza, el camino que lleva al perdón. Invictus de William Erne

Emergència i sentit de la vida

En situacions de supervivència, les persones humanes tenim reaccions primàries que no tindríem si estiguéssim segurs que no correm perill. Durant una guerra, un terratrèmol, un huracà… sorgeixen, afortunadament, i protegeixen la vida. La reconstrucció d’una ciutat, on la natura ha aixecat la terra o ha canviat el curs d’un riu, amb la corresponent desaparició de persones, habitatges i infraestructures, comporta per als seus habitants uns canvis en l’estil de vida molt profunds. Les catàstrofes naturals constitueixen estats d’emergència que donen pas a processos que no duren uns quants dies sinó moltes vegades mesos o anys. Els supervivents d’un desastre, no ho són solament de l’emergència, sinó després també ho són, i desenvolupen maneres de seguir vivint, treballant i donant sentit a la vida d’unes maneres diferents de com ho havien fet abans de la crisi. Aquesta és una supervivència podríem dir «real», absolutament necessària i lícita. Hi hauria una altra supervivència «irreal»?

Paz!

La paz es un trabajo. No existe sino en su construcción. ¿Dónde está la paz?, no es un lugar, no es un objeto, es una experiencia, una construcción. Tenemos el trabajo de la paz, así como tenemos el trabajo de la felicidad y el trabajo de la amistad y del amor. Son trabajos!! Trabajar por la paz es una tremenda tarea que nos implica a todos. Para ello hay que trabajar la conciencia, ¿en qué no soy una persona de paz?, ¿cuando quito o doy la paz?. ¿Cuál es mi experiencia de justicia y es una justicia desde el amor? Dice un adagio: "No alegría si no hay paz, no hay paz si no hay justicia, no hay justicia si no hay amor" Por lo tanto un amor que se concrete en justicia, una justicia para construir la paz y desde esa paz, a la alegría, a la Fiesta! A trabajar!!

Gracias y feliz año!

Cuando decimos "gracias", nos las decimos mutuamente, las "gracias" son dones. Dar las gracias, si nos fijamos bien, es como dar bendiciones: bien-decir. Así, cuando decimos "gracias" no solamente es a la persona o personas, sino por lo que ha sucedido entre nosotros. En este inicio de año, y hoy, día de la Epifanía, manifestación del Señor, de la vida. Gracias. El propósito para avanzar es no separarnos del sentido. Cada uno y cda una tendrá que responder a un sentido, finalmente vocación en la vida. El trabajo de todos los días es no separarse de él. No tanto hacer cosas, sino más bien trascenderlas para ahondar en el sentido de la vida. Felicidades!!