Dormir tomados de la mano
Parece el título de una novela romántica y podría serlo, pero de las que se basan en hechos reales, que siempre son mejores. Es la historia de un hombre risueño de nombre Ricardo, padre de diez hijos y abuelo de 26 nietos y 6 biznietos, compartidos con su amada Inés, quien hace unos días es viuda después de 63 años de vida matrimonial. Don Ricardo, nacido en el norte de Chile, se radicó desde niño en Rancagua, una ciudad a 80 quilómetros al sur de Santiago; estudió y ejerció odontología, y a lo largo de toda la vida fue una persona muy comprometida con su ciudad y país, muy activo también políticamente. Sociable y risueño, con alma de niño, tuvo cargos de gran responsabilidad antes y después de estar lejos de su país durante los diecisiete años del pinochetismo. Uno de sus mejores amigos comentaba: “ha sido un hombre feliz y eso me hace feliz a mi” y otros recordaban que hasta que le fue posible asistió a la misa dominical para recibir la comunión y cuando por salud y años no le fue