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Inmensa alegría, ser alegres, un grado de humildad

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Carlos es arquitecto, trabaja como docente en una universidad, ha tenido cargos importantes en su vida, es un hombre serio. Tiene dos hijos y es una persona entrañable. Una de sus características más propias es ser una persona alegre, sonríe jovialmente y su gesto corporal lo acompaña en un simpático ademán que lo hace liviano. Es un ser que aunque a veces las cosas no le funcionen a la perfección en la vida, no pesa, ni se hace denso en la convivencia. De hecho uno podría pensar de Carlos que todo le resulta fácil, aunque no es en absoluto así. La alegría es un don, una gracia que cuando disminuye, se resiente la vida y la salud. Si bien estar triste o vivir un duelo es necesario y natural en algunos momentos, al ser humano sin alegría, le falta energía y sin energía le falta alegría. Pero los dones, si se tienen y no se trabajan, se atrofian; y contrariamente, si no se tienen y se trabajan, se pueden adquirir; de la misma manera, la alegría es un don que se puede trabajar, ¿cómo