Los invisibles y su aporte a la convivencia
Sara es invisible. De niña era silenciosa, “no molesta” decía su madre. Muy pronto tuvo que ayudar en casa porque eren muchos y la plata no alcanzaba, se puso a trabajar en una empresa de limpieza donde le ensañaron a ser eficiente en el trabajo, sin hacer ruido. Pasar inadvertida era la consigna, cuanto más mejor, así, mientras recogía la basura y sacaba las manchas del suelo, arrastraba el cubo de agua de manera silenciosa y haciendo movimientos suaves y controlados. Aprendió que una de las claves per cumplir el objetivo era ocupar poco espacio y dejar las superficies lo más escurridas posible, ojalá seques, como si nunca se hubiera limpiado, así, además de limpiar, de alguna forma se borraba el rastro de quien limpiara. El aseo, para estar bien hecho, tiene que ser invisible. Y no es el único trabajo! Pasa lo mismo con los pintores, eléctricos, aires acondicionados y muchas tareas técnicas que el mundo necesita que funcionen y que no den problemas. Son trabajos con un alto valor p