Somos seres radiantes, pero tenemos que radiar
Cientos de miles de estrellas emiten luz continuamente. Lo hacen porque en su interior se produce combustión nuclear. Las estrellas están formadas por gases que son atraídos por una gravedad y entre ellos colisionan, producen energía y por ende luz. Al ojo natural, no las vemos siempre, solamente de noche y aún en las llamadas noches “estrelladas”. No obstante, las estrellas están brillando siempre, no solamente cuando las vemos. Las noches que llamamos estrelladas son aquellas en que los observadores vemos a las estrellas, pero ellas brillan siempre, las veamos o no. Lo mismo ocurre con cientos de miles de amaneceres y puestas de sol, de prados y valles llenos de flores perfumadas, de sonrisas de niños en su sueño. Todas las noches son estrelladas y lo son también los días, pero no siempre percibimos a los seres luminosos que tanto nos gustan. Las estrellas brillan porque son. En su ser y para ser, emiten luz, su brillo pasa quizá inadvertido a ellas mismas. Si una estrella estuvier